Bueno, pues mi experiencia en mi parto
múltiple comenzó el 21 de marzo del 2011. Era lunes y a las 8 de la mañana me
dio ganas de ir al baño. Cuál fue mi sorpresa que cuando voy a levantarme
estaba chorreando y me dije: “ Huyy,i me he orinado”; me levanto, voy al cuarto
baño y veo que eso caía a chorros, corriendo voy a mi marido que estaba
durmiendo y:
- Jose nos vamos para Jaén - le dije
- ¿Por qué?- me dice
- Porque creo que he roto aguas - le repondí
- Pufffffff pues vamos.
En un minuto se levantó, eran las 8 de la mañana, yo lo primero
que hice fue llamar al hospital Virgen de las Nieves en Granada porque allí me
habían llevado el embarazo y decirle que había roto aguas, que si me iba a Jaén
o me iba para allá, porque yo tenía la cesárea programada para el 25 de marzo
en Granada, y me dijeron que me fuera para Jaén, que llamarían a un ginecólogo
amigo suyo y me atendería.
Eso hice, llamé a mis padres y llegaron antes que yo al hospital.
Estuve unos 20 minutos en la sala de espera hasta que vino el ginecólogo amigo
de los médicos de Granada, me metió para adentro y efectivamente, se había roto
la bolsa de Elena, la chiquitilla como yo le decía, me pusieron suero y
antibiótico y me quedé ingresada, porque me querían retener el parto por las
inyecciones de la maduración pulmonar. Estuvieron tres días pinchándome y
poniéndome antibiótico cada 4 horas, así tres días, madre mía. Al cuarto día,
mi sorpresa que suben los médicos y me dicen: ”Mari Carmen, a usted le vamos a
hacer una inducción”. Se me vino el mundo abajo, llevaba tres días sin fumar y
en ese momento estaba mi cuñada conmigo y le dije: ”dame un cigarro, que ya lo
que me faltaba”. Llamé a mi marido, a mis padres y todos vinieron, me metieron
en la sala del goteo que estaba llena de cables y me tuvieron que meter azúcar
porque yo tenía diabetes gestacional, me bajaron a las 10 de la mañana; a las
tres de la tarde pedí la epidural porque ya no podía más, cada hora entraban,
me tocaban y se iban. A las ocho menos diez me metieron en quirófanos, que
había más de 40 profesionales; al cambiarme de camilla me iban a tirar y dije:
“anda sí, lo que me faltaba”. A las ocho nació mi Elena pero corriendo se la
llevaron porque pesó 1,340 kg. Yo miré para atrás de que vi su llanto. Me dice
el matrón: “venga, empuja por la otra”. Venga a empujar y empujar y que Lucía
no salía, subiéndose en mi barriga y yo diciéndole: “que me esta asfixiando
usted por favor”. Empuja empuja, puffffffffff al final me tuvieron que ayudar
con los fórceps y a las 8 y 25 nació Lucíaaaaaaaa, y también se la llevaron:
pesó 2 kg y viene uno jovencito y me dice: “tu marido ya ha visto a la primera”
y digo: “oleeeeeeee, y yo a ninguna”. Y al poco rato me trajeron a las dos,
padre mío qué preciosidad, madre mía cuánto os quiero. Y se las llevaron para
neonatología, y a mí pues continuaron con la tarea, los puntos, etc,
Eran ya las 10 de la noche, me sacaron a la habitación de
rehabilitación y toda mi familia estaba allí, mi madre se acercó con muchas
lágrimas y me besó mucho, eso no se me olvida, por cierto nacieron casi de 34
semanas, me subieron a la habitación a las once de la noche. Al otro día bajé a
neonatos a las 8 de la mañana yo solita sin silla ni nada, y de que vi a mis
niñas, ¡huyyy! Qué impresión tan chiquititas. Lucía más gordita pero mi Elena
40 cm y 1,340kg imaginaros, Lucía a los tres días salió de la incubadora pero
se quedó 4 días más en neonatos por falta de calcio y el viernes para casa. La
pena que Elena se tuvo que quedar casi un mes hasta que hizo los dos kilos de
peso.
Ahora mis gemelas ya tienen 19 mesecitos.
MariCarmen
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