Como os dijimos, ayer viernes volvimos a la agencia de detectives para ver si había novedades. Pero no; más de lo mismo. Pasaban delante de la cámara pero lo hacían de culo, así que imposible verles la cara. Incluso uno de ellos tuvo la osadía de meterle una patada o un manazo a la cámara.
Saben que les estamos espiando.
Los micros que metimos hace tiempo tampoco están dando los resultados que esperábamos. Los sonidos llegan muy distorsionados y es complicado identificar a quién pertenecen exactamente. Ayer contactamos con un confidente habitual de la policía para que se metiera en el ajo pero no sacó mucho en claro. Nos contó que andaban hablando de cantidades, algo así como 2.075, 1.905 y 1.965 gramos. Pero ¿gramos de qué? Ay dios mío... ¿y si además de convertir nuestro pequeño y coqueto apartamento en un piso patera, ahora lo utilizan como un centro de trapicheo de droga? ¡Claro!, quizá sea por eso que no quieren salir. Están ahí "tó" el día con el porrete y tan contentos, durmiendo de día y de juerga por la noche.
Con estas sospechas y los resultados de los análisis forenses acudimos al juez. Compartía nuestra preocupación, pero acabó dictaminando que había que esperar un poco más porque la cosa no estaba madura todavía. ¡Pero si está a punto de explotar!
Nos dio una moratoria de 12 días más. Si en ese tiempo no han salido, se les enviará un requerimiento judicial con un plazo de recurso de 6 ó 7 días más. Y si para el día 20 de marzo no han desalojado la vivienda por las buenas, el juez mandará a la policía y al secretario judicial para que procedan al desahucio.
Como decía un amigo, al final van a venir hasta los GEOS para sacarlos.
Cris tiene un disgusto del carajo. A la pobre le están destrozando el piso por dentro y por fuera (ya hay alguna grieta en la fachada), mientras Cris no puede hacer nada sino esperar de brazos cruzados, sin fuerzas ya ni para levantarse de la cama. Está agotada, y ya, ni mis ánimos ni los de sus padres parecen suficientes. Pero ahí sigue. Luchando con unas fuerzas que ni ella sabe que tenía y pensando que en unos años, todo esto no será mas que un recuerdo, una anécdota graciosa para contar a los amigos, o a los nietos incluso, si es que alguna vez tenemos hijos, que todo puede ser.
Saludos
Guille y Cris.
No hay comentarios:
Publicar un comentario